Luna

Pálida siempre, me espera callada,

De blanco como una novia en el altar,

Diosa mujer, mi única diosa,

Lunático a muerte siempre voy a estar.

Amenazando al sol con la noche eterna,

Cuando discuten el cielo oscurece,

Me hipnotizo a lo largo del mes,

Viendo como creces y decreces.

Diosa de los partos y nacimientos,

Tu cara de queso me quiero comer,

Iluminando la noche del campo,

De día te extraño a más no poder.

Compañera de viajes en ruta,

Me acompañas cuando voy a taller,

Me encanta verte temprano en verano,

Al lado del que se hace llamar astro rey.

Musa distante de miles de poetas,

Quien pudiera hoy tu cuerpo abrazar,

Amiga eterna de la literatura,

Ya Julio Verne te supo imaginar.

Me cuidaste en todas mis salidas,

Sólo a vos las nubes no te pueden ocultar,

Me dan ganas que la noche no termine

Para verte siempre un poco más.

El invierno te sienta divino,

Fondo perfecto para una peli de terror,

De verte brillar no me canso nunca,

Pocas cosas me hacen sentir mejor.

Mala fama te hicieron los lobos,

Pero aún así supiste zafar,

Quisiera llenarte de besos, de gracias,

Contarte todo lo que me supiste dar.